El 9 de enero de 2016, comenzó un viaje cuando Blake vendió su primer anillo de compromiso personalizado a unos futuros novios muy felices. Pero la historia de GOODSTONE no es una historia de tradiciones centenarias transmitidas de generación en generación. Es la narrativa de un visionario que vio más allá de las vitrinas y los caminos convencionales de la industria de la joyería.
Blake no es el típico joyero. Sin el linaje de un joyero familiar de cuarta generación, ni el telón de fondo de una opulenta sala de exposición, Blake aporta algo nuevo a la mesa: un deseo genuino de diferenciarse. No se trataba de la grandeza de grandes joyeros ni de hábiles argumentos de venta. Para Blake, fue una búsqueda para ofrecer algo valioso y honesto a quienes se adentran en los momentos cruciales de la vida.
Lo que comenzó como un proyecto apasionante rápidamente se convirtió en una empresa de pleno derecho, que destacó notablemente por su enfoque. Al evitar las normas (altos márgenes, tácticas de venta agresivas e inventario deficiente), Blake demostró que el lujo no se define por los precios sino por la autenticidad y la artesanía.
El éxito de GOODSTONE no se trata sólo de cifras. Son las historias de innumerables personas que eligieron nuestras piezas como símbolo de su amor. Nuestros logros no son hitos financieros; son testimonios de mecenas satisfechos que encontraron valor, belleza y significado en nuestras creaciones.
Desde Texas y un camino inesperado lejos de la medicina, Blake reformuló el ámbito de la joyería. Su enfoque único y fundamentado distingue a GOODSTONE. Con nosotros, usted se conectará con personas genuinas que valoran el auténtico lujo.
A medida que elaboramos cada pieza, nuestro compromiso sigue siendo firme: proporcionar joyas con calidad tradicional que sean un testimonio de nuestra dedicación a la calidad, la autenticidad y su historia única.